Vivimos en un mundo contrarreloj. Hoy en día la carga en la escuela y/u oficina es tanta que los estudiantes cuentan con poco tiempo para hacer aquellas cosas con las que tienen que cumplir, o aquellas cosas en las que disfrutan invertir sus horas.
Mucho tiempo es mal aprovechado en redes sociales y páginas de internet que al final no aportan conocimientos de utilidad. (Siendo realistas, ver gatitos en overol no te acerca al trabajo de tus sueños…) Simples distracciones que nos convencen con sorprendente facilidad de desaprovechar las largas horas con las que contábamos y que al final terminamos descontando de nuestros valioso tiempo de descanso y sueño.
Para algunos la productividad se lleva en la sangre. Mientras que otros tantos tienen que esforzarse un poco más para aprender a organizar su tiempo, de forma que todas sus actividades y pendientes sean satisfechos. Entonces ¿cómo podemos elevar nuestros niveles de productividad?
Ser una persona productiva podrá no ser sencillo, sin embargo debes tener por seguro que no es una tarea imposible. Un poco de constancia, disciplina y algunos tips que te presentamos a continuación te ayudarán a seguir por el camino de la productividad y la eficiencia.
Comenzar. Podrá parecer obvio, pero uno de los principales obstáculos de la productividad es aplazar el momento de ponernos en acción. Una vez que decidimos posponer el inicio, nuestro cerebro tiende a pensar en la “gran carga de trabajo” que tenemos, así que finalmente (y de forma inconsciente) optamos por no hacer nada, o retrasar las cosas por mucho tiempo más realizando actividades irrelevantes.
Agenda y organiza. Hoy en día tener una agenda es infalible si es que quieres mantener tus actividades ordenadas. Cada día, o mientras vayan surgiendo, registra tus pendientes en un calendario o agenda: con ello te será más fácil recordar qué es lo que aún te falta terminar. Además que tachar y desechar los pendientes físicamente se sentirá muy, MUY bien.
Menor cantidad, mayor calidad. En vez de dedicar horas enteras a una sola tarea, divide tu tiempo en pequeños periodos de trabajo intenso y entre cada periodo toma un corto descanso. Es posible que después de lograr la concentración deseada en determinada tarea, pienses que tomarte un descanso es innecesario: pero no lo es, ¡así que no omitas los brakes! Esto te ayudará a mantenerte más concentrado y libre de estrés.
En fin, quizá organizarte no sea fácil en un principio: quizá hasta tengas que sacrificar ciertas cosas al comenzar, pero ten por seguro que los resultados valdrán la pena. Optimizar tus niveles de productividad no sólo te convierten en una persona más eficiente, sino también más libre con respecto al tiempo (lo que reducirá los niveles de estrés) y por lo tanto, feliz.